
En los últimos años, las discusiones en línea se han centrado frecuentemente en la posibilidad de una secuela de The Last of Us. A pesar de la reacción polarizada ante el segundo juego, muchos aficionados mantuvieron la esperanza de que Naughty Dog mejorara sus fallos percibidos en The Last of Us Parte III o entregara una expansión fresca del universo a través de un título derivado. Sin embargo, Neil Druckmann hizo recientemente una declaración que sorprendió incluso a los seguidores más dedicados de la franquicia.
El director de Naughty Dog, junto al guionista Craig Mazin, participó en una entrevista conjunta en la que se discutió la adaptación de la serie de juegos del estudio, así como los juegos en sí. Druckmann, en particular, se sinceró sobre su estado emocional tras el lanzamiento de la secuela durante la pandemia de COVID-19. Describió sentirse mal en ese momento, obsesionándose con diversos problemas, y señaló cómo su estado mental se deterioraba cuando se quedaba solo con sus pensamientos—especialmente con acceso inmediato a internet. Fue en esos momentos, admitió el desarrollador, cuando las cosas se sintieron en su peor momento, mientras revisaba críticas y debates sobre su juego y comenzaba a preguntarse si realmente había creado una decepción que arruinara el legado de la serie.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de una tercera entrega, Druckmann soltó un suspiro y reconoció que había anticipado la pregunta. Aun así, la única respuesta que pudo ofrecer fue que la gente no debería esperar un nuevo juego de The Last of Us, insinuando que bien podría tratarse del final.